El poder detrás de detenerse y hacer una pausa.

Ana María Rodríguez
3 min readOct 19, 2021
Pause — Play — Stop

Una carta, un oficio, un mail y hasta un mensaje de texto, sin signos de puntuación, resulta en general un poco fastidioso y hasta irritante. Estas pausas dan sentido, armonía, y se vuelven trascendentales en la expresión oral ya que son un elemento clave de una buena retórica; sin embargo, las pausas se extienden a muchos aspectos: la música y la danza las tienen; las máquinas y equipos las necesitan; y las personas, definitivamente no podrían sobrevivir sin ellas.

Aunque los contextos pueden ser muchos, es necesario detenerse a pensar en las pausas que en un proceso de liderazgo deben realizarse, las oportunidades que estas crean y los beneficios que al final del día traen. La pausa, como paralización breve de alguna actividad, puede ser de gran utilidad.

Es más frecuente de lo que parece, que al tratar de solucionar un problema complejo, se comete el error de tratar de solucionarlo de manera inmediata, y en muchísimas ocasiones aparece la ansiedad, se nubla el pensamiento y la creatividad se reduce a niveles mínimos; sin embargo, detenerse por un instante y dejar que todo fluya — aunque parezca broma — en realidad funciona.

Esas pausas que los líderes generan en un momento de complejidad del tipo: “tomémonos un descanso para pensar mejor” o “esperemos un poco para decidir qué hacer”, no solo dan un respiro a un equipo de trabajo, sino que pueden generar varios escenarios:

- Se crea un espacio de oportunidad en un equipo, permitiendo que sus miembros puedan desarrollar en ambientes más controlados para ellos ideas, obteniendo en la mayoría de los casos soluciones y resultados favorables.

- No solo permite analizar y desarrollar una mejor estrategia; sino que pueden salir a la luz espacios vacíos no considerados o incluso descubrir alternativas más eficientes y creativas.

Las pausas en un contexto apropiado de liderazgo crean “espacios vacíos” que en realidad son oportunidades. Permite a los miembros de un equipo hacer lo suyo, exponerse y sacar lo mejor de sí mismos, explotar sus cualidades y cualificaciones; claro que cada líder debe identificar las situaciones en las que su equipo ha logrado encontrar estas oportunidades de manera independiente, y actuar en los casos en los que debe hacerlas saber de manera más específica y empujarlos a pensar y lograr su cometido; así también, permite dejar espacios para que la gente busque su lugar y logre un engranaje en el equipo.

Los equipos son como rompecabezas dinámicos en los que cada pieza busca y encuentra su lugar dependiendo de los objetivos.

Como líder, o como jefe, tus pausas muchas veces le dan sentido al trabajo de alguien más, tu inactividad en algo específico puede ser una oportunidad para alguien de mostrarse. Sun Tzu en el Arte de la Guerra dice que lo más importante, es lograr la victoria sin combatir y en un contexto — no literal — es aplicable en los procesos de liderazgo: lo más importante es conseguir el objetivo, sin que una persona haga todo el trabajo.

El liderazgo es una de las profesiones más nobles si se practica bien. Ninguna otra ocupación ofrece tantas oportunidades de ayudar a los demás a aprender a crecer, a asumir responsabilidades, a ser reconocidos por sus logros y a contribuir al éxito del equipo.

Hay que mirar en los silencios, las pausas, la inactividad, una oportunidad para impulsar a que alguien más encuentre un propósito, empujarlo a pensar y desarrollarse y eso puede incluso darle sentido a un objetivo. Liderar no solo es lograr algo, sino permitir que todos formen parte de ello

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Ana María Rodríguez

“When once you have tasted flight, you will forever walk the earth with your eyes turned skyward”